(AW) Un análisis sobre lo que muestra una masacre de semejante alcance, un punto de vista de reflexión sobre el significado de Cromañón. Para interiorizarse un poquito más y solidarizarse con el caso.
Buenos Aires, 7 de octubre de 2008 (Agencia Walsh) Cromañón es resultado de un claro problema social, es la muestra de que no funcionamos como sociedad, que cada día nos importa menos el otro y el respeto por la vida y la solidaridad parece desvanecerse cada vez más en este mundo capitalista que nos fagocita.
Es real que le puede pasar a cualquiera, ya que todos formamos parte de un sistema que funciona a base de corrupción, de “mirar para otro lado”, que se nutre y fomenta de la ignorancia del pueblo y cae en la facilidad de naturalizar hechos que no lo son.
Ahora pensemos un poco, muchos utilizan la palabra tragedia, ¿esto es una tragedia?.
Una tragedia es algo que se desenvolvió de manera desdichada, desgraciada, sin que existan intenciones de que pase. ¿Qué pasa cuando existe conciencia de que hay factores que pueden llevar a una desgracia y sin embargo se continúa como si todo estuviese bien? Por eso hablamos de masacre, porque todos los factores estaban dados para que Cromañón fuese una trampa mortal con los días contados.
Empezando desde arriba podemos hablar de Ibarra, que hoy se encuentra sobreseído de la causa y no solo eso sino que además ejerce como diputado. Él que tenía a cargo la gobernación en el momento de la masacre y que no tenía absolutamente nada preparado para un acontecimiento semejante (por que claro ¿cómo nos iba a pasar a nosotros?).
No tuvo en cuenta las advertencias que se le hicieron de que una situación como la de Cromañón podía ocurrir en cualquier momento, no solo eso sino que además decidió desmantelar el cuerpo de inspectores y reemplazarlos por 30 agentes sin experiencia. Ninguno de los agentes acusado de corrupción fue sumariado o echado.
Es políticamente responsable por tomar decisiones en las que prioriza recaudar plata a costa de cualquier cosa.
Surge la pregunta de cómo se organizaban con los 30 agentes sin experiencia para verificar si los lugares cumplían con la habilitación, ante esto Ana María Fernández (ex Directora Adjunta de la DGFYC - Dirección General de Fiscalización y Control) respondió que los lugares se elegían al azar o si existía una denuncia previa y además declaro que Once no era un barrio que se encontrara en zona de peligro. Ni pensar en la existencia de un mapa de riesgo claro esta.
Cómplices de esta maquinaria perversa, por hacer o no hacer nada, están involucrados además de Fernández, Fabiana Fiszbin (Subsecretaria de Control Comunal de la Ciudad de Buenos Aires) y Gustavo Torres (Ex Director de la Dirección General de Fiscalización y Control).
Pero no fueron solo los funcionarios corruptos los que por su accionar dieron lugar a una masacre semejante sino también los policías que aceptaron las coimas para permitir que Cromañón siguiera funcionando, sin que existiera ninguna denuncia sobre las condiciones en las que desempeñaban las actividades en el lugar. Los policías imputados son Carlos Díaz (Ex subcomisario de la 7ma) y Miguel Ángel Belay (Ex Comisario de la 7ma) aunque no deberían ser los únicos.
La lista no termina, Chabán junto con Villarreal (mano derecha del susodicho) usufructuaban el lugar y disponían todo lo que se hacia o dejaba de hacer dentro del local. Estos Avalaban y hasta hoy día defienden las condiciones en las que se encontraba Cromañon, sin importar que fuera, como declaró uno de los peritos de bomberos, una cueva que funcionó igual a las cámaras de gases nazis.
Ambos cómplices de Levi, dueño de todo el complejo que incluía cromañón y el hotel aledaño, y del grupo Lagarto S.A, que figura como titular de la habilitación y que hoy parece ser un grupo fantasma, ninguno de ellos se encuentra imputado.
Ahora si, ya sea por ignorancia, por recaudar unos mangos más o por plena decisión de llevar a cabo un recital en esas condiciones, siendo concientes de que previamente habían llenado un estadio y que era moneda corriente en el ámbito del rock el uso de pirotecnia, a pedido del mismísimo personaje que los llevó a la gloria (Chabán) Callejeros decidió tocar en Cromañón, y por esa decisión deben hacerse responsables de lo que les toca.
Los imputados hoy son 15, pero deberían ser muchos más. Porque estos son los personajes mediáticos, pero no son los únicos.
Hoy se pone en juego un circo, donde cada uno se muestra como víctima y se llenan la boca de palabras pero no hablan de lo que tienen que hablar. Solo saben tirar manotones de ahogados para salvar su pellejo, sin importar nada las 194 vidas que se perdieron, ni contar las posteriores muertes post traumáticas.
Como dice Chabán es real que todo esto es una maquinaria perversa y circense, lo que no dice es que él es tan parte de eso como todos los demás. Él declara que la prensa lo puso donde está, y no es novedad que la prensa mediática muestre lo que le conviene, pero supo leer esto y usarlo ahora a su favor para mostrarse víctima y salir a hablar en todos los medios, en vez de hablar en el banquillo y llegar a la verdad, como él dice pretender.
Es hora de que tomemos conciencia de que estamos fallando como sociedad, que debemos cada uno reconocer los grados de responsabilidad, comenzando por los imputados, siguiendo por los que deberían estar también en el banquillo y continuando por nosotros mismos, por pensar qué hacemos nosotros para que no exista otro Cromañón.
Dejemos de defender lo indefendible, démosle la justicia que se merecen a los fallecidos y victimas y utilicemos las oportunidades que se nos dan para mejorar como sociedad. No alimentemos este sistema que permite que todo funcione de cualquier manera, tomemos conciencia, esto te puede pasar a vos también.
“Si no existe la memoria, todo lo nuestro es suicida”
Ayelen Stroker
http://ar.mc502.mail.yahoo.com/mc/compose?to=agenciawalsh@yahoo.com.ar - TE 156-172-4021 156.901.2725 (Movilero)
http://www.agenciawalsh.org/
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